viernes, 8 de marzo de 2013

La diversidad perdida: los Encastes

Hace poco los "Concha y Sierra" partieron hacia Francia. Un año hace desde que los "Coquillas" de Mariano Cifuentes acabaron sus días en la oscuridad de un matadero. No hace demasiado tiempo que los míticos "patasblancas" de Sánchez Cobaleda también desaparecieron. Y con cada uno de ellos se va un trocito de mi afición. Lo que me enamoró desde niño de este mundo es la variedad que presenta. Recuerdo cuando me estudiaba de los libros de la UCTL los diferentes pelos y pintas, las diferentes encornaduras, las hechuras...

Observaba la variedad de encornaduras, hechuras, pelos...
No más de un par de tentaderos y varias corridas vistas por la televisión me bastaron para ver la diversidad en los toreros y las diferentes suertes. Los que tenían más arte, los de más valor, el característico pase de tal o cual, la verónica, las chicuelinas, el pase de pecho...

En los tentaderos disfruté de la diversidad de suertes y toreros
Así me fui aficionando a este mundo. Su diversidad me atraía. Cada toro era distinto, su pelo, su encornadura, su forma de embestir, su fuerza, su clase... Veías una corrida de toros e incluso un tentadero y no sabías que iba a pasar.

Me atraían las diferentes formas de embestir, con todos sus detalles
Un día me enteré porqué había distintos pelos, distintas hechuras, distintas encornaduras... Recuerdo cuando leía en los libros que el toro de Albaserrada es típicamente cárdeno, suelen ser veletos y pueden aparecer toros cornipasos y cornivueltos; el toro de Miura es agalgado, alto de cruz, casi sin morrillo... Todas aquellas diferencias tenían un porqué. Todas aquellas características iban englobadas en cada encaste.

Con once o doce años investigaba cada foto, miraba y remiraba cada toro para adivinar el encaste, la ganadería, el pelo, las hechuras... Veía una corrida de toros y analizaba cada reacción, intentaba predecir el comportamiento del toro basándome en sus hechuras, del encaste del que provenía, de su tipo, de sus reacciones... Siempre me llevaba la misma conclusión: cada toro, cada lidia, cada torero, cada tarde... todo es distinto.

Cada toro es un mundo por descubrir y descifrar
Ya ha pasado un tiempo y mucho a cambiado todo esto. Sigo maravillándome con los distintos tipos de toros, con la variedad de encastes, con cada comportamiento... Pero ¿cuántos más lo hacen? Pocos, muy pocos. Salvo dos o tres enamorados de esto al resto no les importa. La monotonía inunda el toreo mientras la variedad sale por la puerta de atrás. Los toros embisten igual, todos los toreros torean igual, siempre los mismos carteles... Toreros, empresarios e incluso la propia administración se llevan las manos a la cabeza cuando se pierde una ganadería o un encaste, pero no hacen nada para evitarlo. Se pierden ganaderías y encastes ante la pasividad de los que verdaderamente pueden hacer algo. Mientras, algunos "locos" luchamos por mantener aquello de lo que nos enamoramos de niños, aquello que nos llamó la atención del toro y su diversidad, eso que ahora solo se encuentran en los libros o escondidos en tres o cuatro ganaderías como recuerdo al pasado, que se llaman, o se llamaron, ENCASTES.

6 comentarios:

  1. La cuestión de los encastes es ajena a la bravura o condición de los animales.

    Está ligada a la defensa de los intereses de cada uno de los que intervienen en el espectáculo.
    No podemos olvidar que hablamos de un espectáculo y de que hay unos que se juegan su dinero y otros su vida.
    Por partes:

    El torero se juega la vida y cuando puede elegir decide asumir los mínimos riesgos. Es al único al que comprendo.

    El empresario se juega su dinero y, la verdad, dejémonos de sentimentalismos, encastes minoritarios y toreros minoritarios no llenan plazas. No hay mucho negocio a primera vista, pero lo habría si el empresario potenciara rivalidades y competencias o si los propietarios de las plazas elaboraran los pliegos con un mínimo de afición y amor por la fiesta.

    El comisionista, es quien desea que nada se mueva. En serio por poner un ejemplo y sin querer personalizar demasiado, ¿A quien da más miedo la de Miura? ¿A El Juli o a Roberto Dominguez?
    El miedo a perder la comisión o la fuente de la comisión es mayor que el miedo al toro. Sería de necios arriesgarlo de forma voluntaria.

    Si además empresario y comisionista coinciden en la misma persona el problema se vuelve irresoluble.

    Es lo que está pasando.
    Así que no es problema de bravura, emoción, clase o calidad. Es un problema de intereses.

    Al único que le conviene es al público. Emoción y competencia, pero al público también se le llega a convencer de que no hay otro tipo de toros o de que son intoreables.

    El enfermo no anda bien. Pronóstico reservado.

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    1. F.Romero:
      Lleva toda la razón del mundo. Esto se mueve por los intereses de todos menos del aficionado. Todos miran por su dinero menos por el del aficionado (que a fin de cuentas es el que paga y de donde sale el dinero del resto). Y esto es lo que hay que cambiar. La afición (al menos una parte) está harta de los mismos carteles y las mismas ganaderías.

      Que se pierdan encastes porque a los toreros les incomodan no puede ser. Si le incomoda que se busque otra profesión, para ser torero hay que matar de todo y luchar por la fiesta y por el aficionado.

      En cualquier profesión cuando te intentas acomodar, hacer lo menos posible y con el mínimo esfuerzo tienes un jefe que te tira de las orejas y a la mínima estás en la calle. En los toros el jefe debe ser el público y debe exigir que el torero se la juegue todas las tardes que para eso es torero. Y si tiene que matar la de Victorino, Cebada, Miura, Cuadri o la que sea pues que la mate. "Es que hay más riesgo de que me pegue una cornada y pierdo varios festejos y el dinero que ello supone" Pues mire usted váyase a su casa que allí no pega cornadas nadie.

      Tenemos un patrimonio genético grandísimo, una diversidad impresionante que no podemos dejar perder. En Francia se apuesta por la fiesta como debe ser, por los encastes, por los toreros que se la juegan. ¿Por qué aquí no? Porque aquí pasamos de todo. Aquí que lidien lo que sea, que lo arreglen si los quieren arreglar, que toreen siempre los mismos y con las ventajas de siempre... y el público se lleva un puro al tendido, se pone la chaqueta de las comuniones, se toma dos o tres cubatas y a pedir orejas. Mañana presumo delante del vecino y si la fiesta se muere dentro de varios años que se muera...

      Se que no sirve de mucho pero yo intentaré luchar por llegar a tener la fiesta que tienen en Francia. Sin tantos intereses ni acomodamientos. Y lucharé porque de aquí a diez años no todo sea Domecq.

      Un abrazo.

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  2. Creo que aquí la culpa es un poco de todos Alberto, y me explico:

    La figura, cuando puede elegir, siempre escogerá lo mas comodo, pero al mismo tiempo, un plato de lentejas todos los dias... hartá. Y ellos, las figuras, deben mirar un poco por el futuro de la fiesta, pero igual de comodo es llenarse los bolsillos ahora, y en un futuro que arree el que pueda. Si no matan todo tipo de encastes, pasará lo que esta pasando, que veamos siempre lo mismo y sinceramente... ya estoy harto de lentejas.

    A los empresarios les importa un bledo la fiesta. Para ellos es un negocio, y como negocio solo quieren ver los tendidos llenos. Haber que hacen, junto a las figuras, cuando esto se acabe.

    Aficionados hay pocos Alberto. Quizás algunos locos como tu y como yo que todavia exigimos la variedad, pero al fin y al cabo somos cuatro. Los que van en multitud a los tendidos son los de clavel en la solapa, puro, pelo engominado y cubata entre toro y toro. Y estos solo quieren las figuras. Volvemos al punto uno y pasamos al dos.

    Los GANADUROS solo crian toros para las figuras, sin importarle un pito si el toro es encastado, si es bravo en el tercio de varas... y volvemos al volver (valga la redundancia) al punto uno y dos.

    Aqui hay tres grandes perjudicados: el GANADERO y el loco al que le gusta la variedad, antes conocido como aficionado a los toros, y amigo Alberto, el peor de todos, EL TORO. Esto se muere Alberto, y se muere por un empacho de lentejas de ordago. Yo quizás no lo conozca, pero mis hijos si. Y prefiero no conocerlo porque entonces mi vida se quedaría vacia.

    Un abrazo y perdona por la chapa.

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    1. MARIN:
      Aquí lo que falta es afición por parte de todos. Aquí todo se ve en euros. El ganadero quiere vender, el empresario que se llene la plaza y el torero torear 200 corridas sin despeinarse. Y si se acaba la fiesta en diez años, si los encastes se pierden, si el aficionado de verdad deja de ir y si el toreo desaparece, da igual, todo da igual, aquí solo importa el dinero.

      Y encima a los pocos ganaderos que tienen afición y a los pocos toreros que siguen toreando de verdad se les perjudica. Si un torero se arrima, torea toros sin arreglar y de diferentes encastes y se juega la vida hay que vetarlo que nos estropea el negocio (el mejor ejemplo: Fandiño).

      Y eso es lo que no puede ser. Se están cargando el toreo por sus intereses. Y por eso hay que luchar. Hay que hacer lo que se pueda para evitar todo esto. No quiero tener 40 años y tener que ver videos porque los toros se han perdido. Y voy a hacer lo que sea.

      Un abrazo MARIN. Ánimo que esto hay que cambiarlo.

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  3. Me gustan los TOROS y los blogues donde se charla de TOROS. Aqui quedan los ultimos aficionados, mientràs que en los tendidos, a los nuevos publicos les gustan solo media encaste, medio toro, media lidia, media o mini pica, para toreo de rumbo. Para fiesta circo y seudo corrida condenada a desaparecer si no hay resistancia.
    Dicen los bobos que aplauden todas las trampas y distribuyen orejas de falsificación que somos cascarrabias, "mea vinagre" en francés. Felizmente que hay aficionados que resisten, y guardan el cabo para imponer la sola fiesta que vale: la FIESTA BRAVA!
    Con TOROS integras, encastados, que salen del mono encasto mortal.
    Enhorabuena, Alberto, y adelante siempre, y todos unidos los que rehusan arrodillarse delante el sistema sobordonado
    Abrazo

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    1. Pedrito:
      Mi sueño es que de aquí a unos años la fiesta se asemeje a lo que teneís en Francia. Mi sueño es que el torero que esté bien sea el que repita, la ganadería que embista también repite y el empresario que haga buenos carteles sea el que se quede. Así todo cambiaría. Ni se perderían encastes, ni habría tantos intereses y la fiesta volvería a ser lo que fue.

      Hay que luchar porque no jueguen con el aficionado. Que el aficionado importe. Pero hay veces que pienso que por mucho que luchemos no vamos a conseguir nada. De todas formas seguiremos luchando hasta el final.

      Un abrazo.

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