lunes, 18 de febrero de 2013

Toros y política

Está el mundo del toro revuelto estos días. El lío de la ILP y los políticos es el principal motivo. Algunos periodistas y aficionados están contentísimos, otros dicen que no va a servir para nada y que todo va a seguir igual. No sé que opinar al respecto. Lo que no entiendo es que tengan que defender al toro bravo los políticos. Recalco, defender al toro bravo, no al taurineo. Que había muchos figurando allí, y nunca mejor dicho, solo para las fotos. Hay que defender al toro bravo en toda su plenitud.

El toro bravo de verdad es lo que tenemos que defender los aficionados
¿Qué sabe un político del toro bravo? Hay veces que alguno de los aficionados, empresarios, toreros, periodistas... no saben lo que significa y lo que implica el toro bravo. Y si no lo saben ellos ¿Cómo lo va a saber un político? Así nos va.

Sinceramente no entiendo casi nada de política y, por lo que veo, no me pierdo demasiado. Como todo el mundo tengo mis ideales pero, creo, que la política no va de la mano de los toros como quieren hacernos entender. El toro no va ligado a ningún grupo político. Ni lo deberían defender ellos.

Cada día intento aprender más del toro bravo y la política cada vez me interesa menos. Me dan igual los políticos. Me habría gustado que hubiesen defendido al toro bravo vaqueros, mayorales, aficionados, veterinarios, toreros, ganaderos... No me gustó nada de lo que allí se dijo. Aquello fue más un enfrentamiento entre partidos políticos que otra cosa. Lo que menos importaba era el toro. Y pienso que sigue sin importar.

Si importase se protegerían más los encastes. Hay algunos que tienen poquísimos efectivos, que se pierden en el matadero y el gobierno no hace nada. Da igual. Si se protege al lince ibérico ¿por qué no a aquellos encastes en peligro de extinción en el toro bravo? No hay nada igual en todo el mundo, pero da igual que se pierda.

Me habría encantado que allí hablase un vaquero de lo que representa la vaca brava. De como se selecciona la bravura. Que se hubiesen dado nombres de vacas, que ese vaquero dijese que se conoce a una vaca a un kilómetro y, que además, sabe cual es su madre y su abuela. Donde nació, quien la tentó y que becerros ha tenido. Eso es lo común en nuestro campo bravo y no existe en ningún otro sector. ¿Por qué no se dijo nada de eso?

Que un vaquero dignificase a nuestra vaca brava hubiese sido más satisfactorio
También me hubiese gustado que hablase un mayoral de sus toros. De como se cría un toro en el campo, de como vive, de como se cuida. Que se nombrase a aquellos toros que marcan la vida de un mayoral y de una ganadería. De como es mayoral por herencia. Su abuelo y su padre fueron mayorales de los antecesores de esos toros que él ahora cuida. ¿No hubiese sido mejor hablar de esto que de política?

¿Quién mejor para hablar de toros que el mayoral?
Me habría ilusionado que un ganadero nombrase allí lo que es ver a uno de sus becerros nacer. Lo que es ver el cariño de una vaca con su becerro en el campo. Lo que vive un becerro con su madre. El juego de los becerros con sus compañeros de camada.

Debería haberse nombrado la vida del becerro junto a su madre
Que algún aficionado hablase de lo que significa ese día que puede ir a ver al toro bravo en el campo. Que se explicase allí lo que es sentarse en una piedra rodeado de naturaleza y observar a los toros y a las vacas con la hierba hasta la barriga. La tensión de una pelea de toros. La fortaleza de un toro rascándose o corriendo por el campo. La agresividad de la mirada de un toro.

Que se hubiese explicado lo que se siente tras la agresiva mirada de un toro
Y tras todo eso que los antitaurinos hubiesen hablado y hubiesen dado sus razonamientos. A ver si daban argumentos suficientes para quitar todo esto. Y todo esto debería haberse hablado allí. Que el pueblo sepa todo lo que rodea al toro bravo. Estoy harto que se piense que el toro bravo solo es la plaza. Se debe, y también es nuestro deber como aficionados, dar a conocer al toro bravo en su máxima expresión que es el campo.

Pero si todo esto fuese así estaríamos o en otra época o en otro país. Aquí cada vez más los políticos van a lo suyo. Cada vez creo menos en la política. Y me da igual lo que digan y lo que hagan. Lo que sí me importa es que se digan tantas mentiras sobre mi vida, el toro bravo.

8 comentarios:

  1. Alberto:
    El no estar ahora muy encima del blog hace que me pierda cosas como esta y luego pasa que uno no se entera de lo bueno. Sobre tu entrada, tengo la sensación de que esos mismos taurinos de los que renegamos, son los que no han querido que hable la verdadera gente del toro, y los mismos que pretenden que los políticos les firmen el cheque en blanco para asegurarse el trabajo para siempre. Y con ese afán tan hispano de hacer leyes y más leyes, aunque luego no se cumplan. Como si las leyes no se pudieran cambiar. Pero nada parece augurar que vayan a fortalecer la Fiesta, pensando en integridad del toro, en la verdad en el toreo, en acabar con los abusos... Pero como ya va para adelante la ILP, todos felices. De las posturas de los políticos, casi mejor no hablar.
    Un abrazo

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    1. Enrique:
      Comparto la misma opinión. Aquí habría que dejarse de ILP y demás pamplinas y atacar más el afeitado (que pagasen los toreros también, no solo los ganaderos), atacar a esos toreros que engañan al público toreando con ventajas, y a los toreros que siempre torean lo mismo (que curiosamente son los mismos que los anteriores), habría que luchar por los encastes y por el toro y el "politiqueo" dejarlo para los políticos... Pero bueno Enrique, esto seguirá como siempre y los aficionados de verdad a joderse. Una pena.

      Muchas gracias por pasarte por aquí. Un abrazo.

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  2. Yo no sé si hay politicos que saben uno de los toros, pienso que hay politicos que saben, pero hay pocos para defender la fiesta brava. ¿Porqué? Por los politicos escuchan sobre todos a los taurinos que pratican con el medio toro de la fiesta circo la politica del destoreo, hacen parte unos y otros de la misma familia, que sea de la derecha o de la izquierda: en primer lugar, la familia de los que viven de asuntos, del negocio de los toros, y sus cumplices del ruedo, y en segundo lugar, los otros que viven de la politica, compartidos entre hacer placer a sus electores y a sus amigos seudo taurinos.
    Hoy dia, me parece que la corrida de las trampas, las mentiras, del dinero fàcil y abundante y del triunfo del rumbo es el espejo de nuestras sociedades: un teatro de marionetas.

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    1. pedrito:
      Puede que sí haya políticos que saben de toros pero, como bien dices, no aparecen por ningún sitio y en definitiva es como si no estuviesen ahí.

      La política está corrupta y los toros más todavía. Ojalá pudiesemos cambiarlo todo pero lo veo bastante difícil.

      Un saludo amigo pedrito.

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  3. Muy bien detallao señor Ariza, defender al toro, no al taurineo.
    Un saludo.

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    1. Es que esa es la clave. Hay que defender al toro ya que es el eje de la fiesta. Los toreros no saben que sin toro se acaba la fiesta (o no lo quieren saber). El futuro no pasa por aprobar leyes y decir que el toreo es un arte. El futuro es recuperar la suerte de varas, lidiar el toro íntegro y bien presentado, buscar el toro bravo y encastado... Así no habrá que decir que el toreo es un arte porque se demostraría que lo es por sí mismo y no harían falta leyes para protegerlo porque se protegería por si solo.

      Un saludo. Muchas gracias.

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