domingo, 10 de febrero de 2013

Mi pequeño tesoro

Uno de estos días, casi al atardecer, estuve en la finca "La Canaleja" donde pastan los toros de la ganadería de Torres Gallego. Allí, observando el campo mientras el sol se despedía un día más, estuve hablando un rato con el mayoral, Domingo Flor. Este hombre es una enciclopedia del campo bravo y además es aficionado a su propio trabajo. Hablaba, porque a mí me gusta más escuchar, de algunos sementales de la ganadería, del toreo de hoy y de ayer, de los tentaderos, de las vacas, los toros, los caballos... Incluso me habló de una joya que guarda como si fuese un tesoro, una pequeña colección de bocados antiquísimos, de cuando él era joven. También me enseñó espuelas antiguas hechas a mano, estribos, zahones...

Me habló y me enseñó orgulloso parte de su pequeño tesoro y entonces yo le hablé del mío. No tengo tantas piezas en mi colección, en realidad solo cuento con una, pero para mí tiene un valor incalculable. Son unos zahones.

Los zahones es una prenda de cuero que se lleva sobre las piernas, encima de la calzona de vestir de corto. Como toda la vestimenta de corto tiene un porqué. En la doma vaquera nada está ahí por estar. Todo tenía su función.
Los zahones son complemento del traje de corto
 Los zahones están hechos de cuero de vaca, becerra o buey, vueltos del revés. Antiguamente se utilizaban como prenda de protección. En invierno quitaba el frío, te protegía de las zarzas en el monte e incluso servía como cama en los días de transhumancia. Pero debido a que es una pieza de cuero bastante grande y que debía estar en perfecto estado era un producto bastante caro, aunque eso sí, si los cuidabas bien te duraban toda la vida. A causa de su precio, con el tiempo se fueron dejando de utilizar y pasaron a ser un artículo "de lujo". Pasó de ser una prenda de uso diario y puramente de trabajo a ser una prenda de paseo. Se utilizaban en las ferias, lo utilizaban los rejoneadores y algunos toreros, en exhibiciones, en el acoso y derribo, en los embarques...

Pasó a utilizarse en ocasiones puntuales como el acoso y derribo
Al ser una prenda de paseo y de distinción social cada vez se hacían más elaborados y adornados. Tenían centenares de costuras, se ponían hierros e iniciales, dibujos y demás adornos. Actualmente su uso sigue circunscrito al adorno de la vestimenta de corto en situaciones especiales.

Cada vez se hacían más elaborados, con más detalles, más adornados
Y mi tesoro son unos zahones pero no unos zahones cualquiera. Son unos zahones de transición. Son de los primeros zahones que se utilizaron como adorno. Son de niño, tiene varios bordados pero todavía dominaba la sencillez de los zahones de trabajo.

Se pueden observar los primeros bordados pero predomina la sencillez
Y no fueron de un niño cualquiera. Fueron del abuelo de mi abuela, es decir, de mi tatarabuelo cuando era un niño y se paseaba por las antiguas ferias de ganado a caballo. Tienen más de 150 años y es un recuerdo de la familia, de la tradición de mi pueblo y de mi afición, de horas y horas pasadas a caballo. Es mi tesoro, mi pequeño tesoro.

4 comentarios:

  1. Que belleza de entrada Alberto. La definición de solera y tradición familiar.
    Me ha encantado.
    Enhorabuena

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    1. F.Romero:
      ¡Muchas gracias! Es un privilegio tener este tesoro. La verdad me encontré esos zahones en casa de mi abuelo por casualidad pero lo aprecio como si hubiese ido en mi familia de padres a hijos.
      Un saludo y gracias

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  2. Pues cuida esos zahones Alberto. Ya no solo por los años que tiene, sino por todos los valores que llevan implicitos. Los ves y casi se pueden observar las raices de un pueblo y de generaciones enteras.

    Enhorabuena y ojalá mis tataranietos puedan algún dia decir que tienen un tesoro igual que el tuyo.

    Un abrazo Alberto.

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    1. MARIN:
      Los encontré en casa de mi abuelo por pura casualidad y los guardé en casa como un trasto más. Pero al tiempo le pregunté a mis abuelos por esos zahones que guardaba en casa y me enteré tanto de su antigüedad como de a quien pertenecieron. Desde entonces los guardo como a un tesoro.

      Un abrazo MARIN. Seguro que tus tataranietos tendrán muchos tesoros de aquel tatarabuelo tan aficionado a los toros.

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