Todavía falta un mes para volver a casa, para volver al campo bravo a oler el intenso aroma del pasto seco mojado por la humedad de la noche, para pasear entre los cardos mientras una vaca se asoma entre las espinas para mirarme, un mes para ver de nuevo al toro. Pero no solo al toro sino a todo su mundo, a todo ese ecosistema que le rodea al que casi nunca le damos la importancia que tiene.
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Un mes para ver de nuevo a las vacas asomándose entre los cardos |
Y el problema es el tiempo y la falta de paciencia. Siempre vamos a ver al toro con más pitones de la camada, al del pelo más raro, a la corrida de más presencia... y el resto nos da igual. Pocas veces valoramos todos los animales que rodean al toro y que viven de él.
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Siempre observamos al toro más espectacular sin percatarnos de otros detalles... |
Caballos, hombres, palomas e incluso cigüeñas comparten el campo bravo con el toro, viven gracias a su existencia, a que el toro indirectamente les da la vida, pero otros seres vivos incluso se alimentan del animal bravo.
Miles de espulgabueyes, garcillas bueyeras o "garrapatosos" como les llaman los hombres del campo forman una simbiosis perfecta con el toro. Se alimentan de los parásitos que molestan al toro y ambos se favorecen. Es una relación tan estrecha que incluso es frecuente encontrarte a estas aves posadas en el lomo de las vacas e incluso beben en el mismo pilar o en el mismo pantano.
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En una simbiosis ideal el "garrapatoso" se posa en el lomo de la vaca... |
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...bebe del mismo agua del que se refrescan los añojos... |
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...y vuela por los árboles que le dan sombra a los toros. |
Con las grajillas o grajos negros pasa exactamente lo mismo. Se alimentan a la vez que limpian al toro bravo. Y el toro al verse favorecido les deja campear por su cuerpo dándonos unas imágenes preciosas y, a la vez, dándonos un claro ejemplo de que si quitamos al toro bravo arrastramos con él a muchos más animales y especies.
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Los "grajos" le ponen alas al toro bravo... |
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...y se posan camuflados entre sus patas. |
Y luego llegamos al final de la cadena alimenticia. Cuando a esas vacas viejas que han criado tantos toros bravos les llega su hora. En ese momento hay otros animales que también se alimentan. Unos animales que, por cierto, son muy defendidos por los antitaurinos y que para defenderlos deberían también proteger al toro. Estamos hablando del gran buitre leonado. Cuando una vaca se muere en algún lugar poco accesible los buitres se alimentan de sus restos limpiando el campo bravo. El toro, con su muerte, le da la vida a estos preciosos animales que con su espléndido vuelo y sus amplias alas parecen agradecerle a la naturaleza que les permita la vida.
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El buitre leonado se alimenta de los restos bravos de una vaca... |
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...con sus alas le agradece a la naturaleza tanta belleza... |
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...y con su majestuoso vuelo le agradece su propia vida. |
¿Qué pensaís que pasaría si el toro no viviese en el campo bravo? Pienso que se acabaría toda esta belleza, que desaparecerían muchas especies, que no podríamos disfrutar del toro y de su precioso entorno, y que este mes no se me haría tan largo porque en el campo bravo no me esperaría tanta belleza...