El toro bravo es diferente, es un animal majestuoso a la vez que misterioso. Su mirada es distinta, su comportamiento agresivo lo convierten en un ser que impone miedo y respeto, en un animal especial. Además el toro bravo tiene su propia personalidad. Es difícil ver dos toros iguales. La multitud de encastes presentes, los numerosos tipos de encornaduras, las diferentes morfologías y la variedad de pelos y pintas hacen que cada toro sea único e irrepetible.
Personalmente siempre me llamaron la atención las ganaderías con una gran variedad cromática. Los diferentes pelos le dan un toque distinto al toro. Cada vez que voy al campo siempre me fijo primero en ese toro o esa vaca que resalta del resto por su pelaje. Como un imán me atraen muchísimo los pelos raros y cuando veo alguno, sin pensarlo, la primera foto siempre va para ese toro o esa vaca.
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Siempre llamaron mi atención las ganaderías con gran variedad cromática... |
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...y la primera foto siempre es para el toro de pelo distinto. |
Esa afición por los pelos raros del toro de lidia la extrapolé a otros animales. Es una preciosidad una perdiz con su plumaje común, pero resulta muy curioso cuando aparece una perdiz totalmente blanca o incluso ceniza, como si el paso del tiempo hubiese borrado ese color tan llamativo de su plumaje.
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Es una preciosidad una perdiz con su plumaje común... |
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...pero es muy llamativo cuando aparece alguna totalmente blanca... |
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...o incluso ceniza, como si el paso del tiempo hubiese borrado su color. |
Durante todos estos años que he pasado junto al toro he visto pelos muy raros, algunos incluso sin definir, como aquel
precioso cárdeno de Ana Romero con la pata negra, que por cierto ya se ha hecho un utrero increíblemente bonito o aquel curioso
jabonero careto de Núnez del Cuvillo, pero el caso más extraño de todos es el que os traigo a continuación.
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Ella no destacaba, era negra mulata, sin mucha cara... |
Entre las vacas de Mª Carmen Camacho resaltaban otras mucho más que ella. Algunas con pelos diferentes, otras con más cara o las viejas por su edad, pero ella era muy normal. Apenas le hacía fotos en mis paseos por el campo y un día decidió cambiar. Como si se hubiese puesto celosa, cambió su pelo de repente, no quería ser normal, quería ser única. Aquella tarde de marzo aquella vaca llamó mi atención. Me extrañaba no haberme fijado antes, me extrañaba no conocerla. Tenía una gran mancha blanca en el cuello y otras mucho más pequeñas por la cara ¿Cómo no podía haberme fijado antes en esa vaca? Cuando se giró, su número me dijo que la conocía. Era la 732 del guarismo 7 y estaba cambiando de pelo.
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Aquella tarde llamó mi atención, tenía una mancha blanca en el cuello... |
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...y otras más pequeñas por la cara. |
Me pareció muy raro, pero aquel día volví a casa y se me olvidó la vaca. Varios meses después, en agosto, volví a "La Quinta" el día del saneamiento veterinario. Entre todas las vacas y becerros, entre el bullicio de los corrales una vaca preciosa se quedó la última. Era la 732 y había cambiado mucho. Tenía la cara completamente blanca y su cuerpo negro mulato se había salpicado de multitud de manchas. Como para que la reconociese mejor la vaca se giró y me miró. Parecía decirme que le echase fotos, que ya era una vaca distinta, una vaca única. En cinco meses había cambiado su pelo casi por completo.
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Tenía la cara completamente blanca y su cuerpo se había salpicado de manchas... |
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...se giró y parecía decirme que era una vaca única. |
Ese día volví a casa asombrado. Era rarísimo lo de esa vaca, nunca había visto nada así. Pasados unos meses, ya en diciembre, fui expresamente a ver a la 732. Según el tiempo que había pasado y la rapidez de su cambio esperaba que su pelo negro mulato tan común hubiese desaparecido y estuviese blanca por completo, siendo una preciosa vaca ensabanada. Cuando llegué al cerrado la busqué nervioso. Ni miraba a las otras vacas, solo quería encontrarla a ella. Cuando por fin la encontré mi sorpresa fue mayúscula. No estaba más blanca, estaba volviendo a la normalidad. Su cara estaba mucho más negra y las manchas de su cuerpo parecían algo más difuminadas. Parecía como si ya hubiese conseguido su objetivo, como si supiese que ya sería una vaca distinta a las demás para siempre. Ya no era una más, era el centro de atención. Había conseguido que fuese corriendo a buscarla a ella, sin mirar al resto de la piara.
Pues no te lo vas a creer. Pero en una ganaderia de aquí de Valencia. Gregorio de Jesús. Famosa por su conocido toro Ratón. A una vaca le pasó lo mismo. El ganadero lo comentó, llevó al veterinario y le dijo que no era normal pero que estaba sana, es un caso muy raro. Excelente reportaje.
ResponderEliminarAlejandro P.:
EliminarSuerte hemos tenido los dos de ver un caso así. Es algo rarísimo además de bonito. Son cosas inexplicables que nos regala la naturaleza de vez en cuando.
¡Muchísimas gracias! Un saludo Alejandro
Como siempre, Alberto, visitar "El secreto de la bravura" queda un encanto, textos y fotos son pura expresión de un aficionado, claro, pero sobre todo de un verdadero amoroso de la naturaleza, como ella a mi me encanta la naturaleza, en el campo y en los bosques, los rios, los pajaros, los zorros, corzos, cernicalos, pinzones, zorzales, - aqui me faltan los perdizes y los toros -todos los animales que descubro durante mis peregrinaciones, andando con mi esposa para mantener nuestra salud.
ResponderEliminarGracias por esas lecturas, y por tu arte de observar y publicar tus sentimientos
Un abrazo
Pedrito:
EliminarEs que la naturaleza es impresionante. Puedes pasar horas, días, meses... y nunca te cansas de la naturaleza. Cada día te sorprende, te regala cosas nuevas, cambia para ti y para los que la saben disfrutar, porque la naturaleza hay que saber disfrutarla. Hay que ir despacio, en silencio, intentando molestar lo menos posible y entonces tienes tu recompensa. Aparece algo que te pone los pelos de punta y te vuelves la persona más feliz del mundo, gracias a la naturaleza.
¡Muchísimas gracias a ti, por pasarte por aquí y compartir esos sentimientos tan bonitos a la naturaleza!
Un abrazo amigo Pedrito.
Cada día me sorprendes mas Alberto. Es la primera vez que veo un caso como este, y además digo que lo veo porque con tus fotos y tus comentarios parece como si la estuviese viendo delante mía a la vaca. Y que quieres que te diga, que me gusta la expresión de la vaca de negra mulata, de salpicada, con la cara blanca y con la cara oscura de nuevo. Es guapa a rabiar, es...Única.
ResponderEliminarUn abrazo.
MARIN:
EliminarEs un caso rarísimo. Aquí el mérito no es mío, es de la vaca por ser "Única". Otra cosa que me sorprendió fue que coincidiese el nombre con esa vaca tan extraña. A ver como sigue evolucionando porque es muy raro. Intentaré no perderle la pista.
Un abrazo y ¡muchísimas gracias MARIN!
Que buena historia Alberto. Nunca había conocido un caso así. Es realmente "Única"
ResponderEliminarF.Romero:
EliminarYo tampoco había conocido nunca un caso así. Es muy raro, increiblemente raro, lo que lo hace único, como a la vaca.
Un abrazo y ¡muchísimas gracias Felipe!