martes, 25 de septiembre de 2012

El peso de los toros

Uno de los temas que ha hecho más daño a la tauromaquia estos últimos años ha sido la tablilla del peso. El público asemejaba kilos a trapío y eso no es así. La buena presentación de un toro no se debe basar en unos kilos, ni en unos pitones, ni en ningún número. La presentación del toro debe verse a simple vista aunque esto no sea fácil.

Los kilos del toro debe marcarlos la caja que el toro en cuestión tenga, y cada toro debe tener los kilos que le entren en esa caja. Porque si lo basamos en un simple número pasa lo que estamos hartos de ver, que vemos toros con 500 kilos faltos de remate, y al mismo tiempo vemos toros con esos mismos 500 kg y que están sobrados de kilos y regordíos. El veterinario de la plaza no se debe basar en los kilos para aprobar un toro o rechazarlo, debe basarse en lo que ve. Si el toro tiene el peso reglamentario pero está falto de remate tiene que ser rechazado, y si está pasado de peso igual. Y debe hacerse así por el bien del espectáculo.

Toro pasado de peso en Madrid Foto: www.lasventas.com
Y cada ganadero debe saber cómo tiene que llevar sus toros a la plaza. Estoy harto de ver toros sin remate porque los ganaderos los rematan lo justo (para ahorrarse cuatro duros) y no tienen en cuenta que esos toros van a perder en el viaje y en su estancia en los corrales, y luego salen a la plaza toros impresentables o simplemente son rechazados en el reconocimiento, y estos ganaderos se quejan.
El caso de más actualidad con respecto a este tema son los novillos de Sánchez Fabrés en Madrid. Su expresión "Cargué de kilos los novillos" da a entender los propósitos de este ganadero. Según él siempre tenía problemas en el peso porque debido al encaste de su ganadería (Coquilla) sus novillos tienen poca caja y no pasaban el reconocimiento. Y para lidiar a toda costa en Madrid tomó una de estas dos decisiones: Cargar de kilos los novillos y ponerlos extremadamente gordos (a pesar de que así seguramente perdiesen movilidad y careciese de interés el espectáculo) o bien sacar de tipo la ganadería y criar novillos con una caja impropia para su encaste y que así pesasen más.
Las dos decisiones me parecen mal por parte de un ganadero y en este caso creo que esto ha ocurrido por la suma de ambas.

Toro falto de remate en Madrid Foto: www.lasventas.com
 El exceso de kilos en un animal bravo normalmente les lleva a pararse antes, aguantar menos la lidia y tener menos resistencia al ejercicio (naturalmente como le ocurre a cualquier ser vivo). El sacar de tipo a una ganadería con el fin de buscar tamaño normalmente lleva a una desaparición de la bravura y de la casta (esto lo apreciamos hace unos años con aquella moda del toro cornalón y grande que trajo de la mano el problema de la caídas). Y todo esto se hace con el fin de vender y lidiar a pesar del detrimento del espectáculo. Por lo tanto señor ganadero si usted tiene en sus manos una ganadería que no tiene trapío para lidiar en Las Ventas no lidie. Cada encaste tiene sus ventajas y sus inconvenientes, si no le gusta la ganadería que tiene sustitúyala por otra, pero no manipule para vender aun bajando el nivel del espectáculo.

Toro bien presentado en Madrid Foto: www.lasventas.com
Cada toro debe ponerse en los kilos que le caben, ejercitado y musculado en su justa medida, y debe llevarse a las plazas a las que por su morfología le corresponda. Sin intereses por parte del ganadero, de los toreros o de la empresa. El toro de Sevilla a Sevilla, el toro de Madrid a Madrid y el toro de una plaza portátil a la plaza portátil. No vale eso que vemos todos los años en todas las ferias, día que vienen las figuras día que baja la presentación del toro. Estoy harto de siempre lo mismo. El baremo de los veterinarios debe ser el mismo todos los días, teniendo en cuenta el origen de cada ganadería pero sin pasar unos extremos. El toro de Madrid debe ser el toro de Madrid, si su ganadería no tiene toros para Madrid no puede ir. Es cierto que hay que tener en cuenta que el toro de Cuadri tendrá más caja que el de Victorino, pero no es escusa para pasar a un toro de Victorino falto de remate ni para pasar a un toro de Cuadri pasado de peso. Pues eso es lo que pedimos. Coherencia y afición, por parte de todas las partes para hacer de esto un espectáculo en condiciones que vuelva a llevar al público a las plazas. Y para salvar encastes no hace falta ponerlos con más o menos kilos o lidiar en Madrid, hay que buscar la bravura sea del encaste que sea y lidiar donde la morfología de su ganadería esté acorde con lo que se le pide y exige. Nada más, sólo se pide eso, si es que queremos salvar la tauromaquia.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por el blog, acabo de conocerlo y me parece buenísimo.

    Estoy de acuerdo contigo en casi todo Alberto (permiteme que te tutee), en que el peso del toro lo marca la caja, y por consecuencia la caja la marca el encaste. Podríamos decir que el peso adecuado de un toro lo marca el encaste. Y creo que el hecho de poder lidiar en Madrid atendiendo a el peso lo debería dar el encaste y el remate de cada toro. Otra cosa distinta es que determinadas ganaderías tengan toros con remate suficiente para lidiar en Madrid o no en una camada determinada, porque todas las camadas no vienen igual.

    Sin ir mas lejos Cuadri, hace tres años no lidió en Madrid porque el ganadero pensó que no tenia (en esa camada en concreto) toros para poder ir a Madrid con la presentación requerida, aunque Taurodelta le hubiese comprado la corrida que hubiese querido llevar.

    Pero en lo que a lo mejor no estoy tan de acuerdo es que no podemos juzgar al toro por la visión del veterinario en cuanto a resultado una vez arrastrado el animal. Todo lo que hemos hablado es respecto a la presentación, pero ¿se puede considerar que "Muñeco", primero de Cuadri de este año, de 618 Kilos estaba pasado de Kilos? Pues a lo mejor si, incluso para Cuadri, pero fue un gran toro.

    Por contra, un sobrero de Dominguez Camacho este año en las ventas, protestado de salida por parecer un "novillote" resultó ser luego uno de los toros mas bravos de San Isidro. Y sino que le pregunten a Morenito de Aranda.

    Lo que me vengo a referir en resumen, es que para pasar reconocimientos estoy de acuerdo en que miremos las características morfológicas de cada encaste, pero que lo que da el movimiento y la emoción en un toro al final es la CASTA. Nos pongamos como nos pongamos. Un camión con motor de seiscientos no se mueve, pero prueba a ponerle al seiscientos el motor del camión...

    Perdona por la parrafada. Enhorabuena por el blog otra vez.

    "El Retoñal" (marin-lastmohican.blogspot.com)

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    1. Muchas gracias a ti por visitar y dar tu opinión, ahora que empiezo es muy importante que me deis vuestro parecer y otro punto de vista.

      Estoy de acuerdo contigo en que hay que buscar la casta y la bravura (de eso hablo en entradas anteriores) pero el toro debe tener una presentación adecuada para que el espectáculo tenga interés. No puede ser que en la plaza más importante del mundo (y en casi todas) salgan toros que parezcan novillos y novillos que parezcan toros. Eso carece de coherencia e influye negativamente en el espectáculo.

      Tampoco puede ser que lleguen las figuras y baje el nivel del toro. El toro no se sabe lo que lleva dentro hasta que no sale a la plaza pero lo que si podemos y debemos cuidar es su aspecto exterior. No deben salir toros flacos, poco hechos, anovillados... porque a parte de que pueda influir en menor o mayor medida en el comportamiento del animal, influye en la imagen que el espectáculo da, y esa parte también es parte importante del espectáculo.

      Muchisimas gracias por dar tu punto de vista y seguir el blog. De verdad gracias. Un abrazo.

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