domingo, 31 de marzo de 2013

El destete

Tras los juegos, las pequeñas peleas, las horas con su madre, los ratos de sesteo y tantos momentos de disfrute en la dehesa, el becerro, casi sin darse cuenta, ha ido creciendo. Han pasado varios meses desde que aquel becerro vió la luz del sol por primera vez. Los primeros pasos inestables y torpes han ido dando paso a carreras fuertes y enérgicas. Aquel pequeño cuerpo ha ido aumentando de tamaño poco a poco, y hoy se ha convertido en un becerro fuerte y sano. Aquella cara de recién nacido ha ido adquiriendo seriedad y ahora su cabeza está coronada con unos pequeños pitones, que al principio parecían dos bellotas de las encinas que lo rodeaba y ya han adquirido un tamaño algo mayor.

A medida que iba creciendo iba cambiando la cara e iban saliendo los pequeños pitones
Cada día el becerro es más independiente y pasa menos tiempo con su madre. Casi todo el día lo pasa jugando con los compañeros, echado sin saber nada de su progenitora y casi que solo se ven en el momento de la lactación. Lactación que es más por tradición que por otra cosa, ya que el becerro se alimenta perfectamente de la dehesa y ya la madre apenas produce leche. La vaca está algo cansada de mantener un becerro tan grande mientras alberga a otro futuro toro bravo en su interior y llega el momento de darle descanso, llega el momento del destete.

El becerro, ya más grande, es independiente y pasa poco tiempo con su madre
 El destete es el momento en que el becerro será separado para siempre de su madre. Quedarán atrás muchos momentos, muchos ratos, mucho cariño y protección, pero la vida sigue. Hay ganaderías donde se desteta después del herradero, sobre todo en el norte. Por aquí, en el sur, suele hacerse unas semanas antes del marcado a fuego. Esta faena tan campera tiene diversas formas y mecanismos para realizarla. Antiguamente todo se hacía a caballo y con bueyes. Hoy en día son varias las vacadas donde se realiza en los corrales para mayor comodidad, pero así se ha perdido todo el sabor campero y añejo del destete a caballo.

El vaquero, a caballo, recoge los bueyes un día de destete
 Dependiendo de la extensión de la vacada y de lo concentrado de la paridera hay ganaderías donde se realizan dos o más destetes. Es lógico, puesto que no puedes destetar al mismo tiempo un becerro nacido en noviembre y otro nacido en abril. El criterio para destetar es lo avanzado y desarrollado que esté el animal y la edad de la vaca. A las madres más viejas se les desteta el becerro antes para cuidarlas un poco más.

A las vacas viejas, como ésta, se les retira el becerro antes para que no sufran tanto
 La faena se realiza en un cerrado pequeño que, a ser posible, tenga la salida a favor de querencia de las vacas. Los vaqueros se disponen en abanico sujetando a todo el bullicio de animales. Otro hombre, normalmente el mayoral, se mete entre la piara y va sacando las madres una a una a favor de querencia, siempre intentando dejar el retoño detrás con los bueyes. Si el becerro corre tras la vaca los vaqueros que aguantan intentan cortarlo y dejarlo detrás. Por si alguno más escurridizo se escapa siempre hay un vaquero "que hace puerta" en la cancela de salida sellando para siempre la separación del becerro y su madre.

Los vaqueros separan a la vaca del becerro...
...y por si alguno se escapa siempre hay un vaquero situado cerca de la salida
Así, poco a poco, los hombres con la paciencia y sabiduría que da el campo, y los caballos con los movimientos enérgicos y rápidos que da la doma, van separando a las vacas de sus becerros. Las vacas viejas ya saben a lo que van puesto que han pasado por esa situación varias veces y, quizás cansadas de un becerro ya demasiado grande, suelen salir las primeras sin ofrecer dificultades. Las vacas nuevas se pegan a sus hijos y no hay manera de separarlos. Tras varias carreras la bravura le juega una mala pasada, se arranca a la cola de uno de los caballos y cuando se quiere dar cuenta ya es demasiado tarde, está fuera y ha perdido a su hijo para siempre. La inteligencia, una vez más, vence a la bravura, al instinto y a la fuerza del animal.

A las vacas más nuevas y testarudas solo se las puede separar recurriendo a su bravura
 Una vez terminado el destete los becerros son introducidos en los corrales donde les espera una extensa ración de comida, agua y comodidad con el fin de relajarse del estrés sufrido, de reponer fuerzas y de olvidarse de la que fue su madre. Las vacas son llevadas a otro extremo de la finca donde no escuchen el berreo de los becerros con el fin de que se olviden de ellos. Aun así, durante varios días las vacas llamarán a sus becerros y éstos a sus madres como hicieron durante tanto tiempo.

Durante unos días el silencio se rompe con los berreos desesperados de vacas y becerros
 A los pocos días, cuando a la vaca se le seca la ubre y el becerro se acostumbra a estar sin ella, la dehesa recobra la calma y cada uno continúa la vida por su lado. Un adiós forzado, por el bien de los dos. La vaca recobrará fuerzas para criar a otro futuro toro bravo y el que fue su becerro inicia la vida de camada en lo que es su desarrollo hacia la demostración de su bravura...

4 comentarios:

  1. Entradas de Alberto interesantes como siempre sobre las cosas apasionantes del campo ganadero y de la naturaleza. Que textos bonitos....
    Al punto que nosotros aficionados nùnca podremos conocer el destete de nuestra pasión para los toros y la fiesta BRAVA
    Lo pienso con sinceridad: Moriré, lo màs tarde posible, con la misma loca afición
    Abrazos

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    1. Pedrito, lo mismo pienso yo. Jamás separaré de mí esta afición por el toro bravo y por el campo. Los taurinos, en esta época, están intentando quitarnos la afición a base de mentiras, falso toreo, arreglos de pitones, imposiciones de carteles... Pero aquí seguiremos nosotros con esta afición, aunque nos tengamos que refugiar en dos o tres ganaderías y solo un puñado de carteles interesantes.

      Un abrazo.

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  2. Alberto.
    Estaba yo por aquí y me he dicho. voy a darme un paseo por el campo. Tranquilamente, sin las prisas de la semana, porque esto no permite carreras, hay que saborearlo con mucha conciencia. Se aprende el campo con verdadero deleite y lo cuentas con afición, pasión y mucha sabiduría, que sin esta, solo serían juegos florales. Joer que bueno.
    Un abrazo

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    1. Enrique es que el campo bravo es mi pasión. Y eso que se han perdido muchas tradiciones y mucho saber. Me hubiese gustado haber sido 50 años más viejo y haber vivido otras épocas, tanto en el campo como en el toreo. Pero bueno es lo que me ha tocado vivir y habrá que pegarse a los pocos que quedan ya que sepan de esto. A ellos les debo lo poquito que se. Me alegro mucho de que te guste. Pero a mí no me lo agradezcas, hay que agradecérselo a ellos.

      Un abrazo.

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